miércoles, 30 de noviembre de 2016

PROPUESTA DE MEDIDA EDUCATIVA

En la anterior actividad evaluada escogí el caso número 4. En dicho caso, un alumno, con escasas relaciones sociales, se encontraba expuesto a ser objeto de prácticas de abandono y aislamiento por parte de sus compañeros. Esta situación podría desembocar en actuaciones de acoso escolar sobre este alumno. A partir de esta situación inicial propuse una serie de intervenciones para evitar que esta situación de riesgo fuera a mas. En esta última actividad propongo una medida organizativa que ha funcionado en mi centro y que contribuiría a mejorar la situación del alumno estudiado en el caso 4. La medida propuesta es la organización del centro en aulas-materia. Cada Departamento Didáctico cuenta con un número determinado de aulas en función del número de alumnos que atiende y son los alumnos los que se desplazan en cada periodo lectivo mientras que los profesores/as permanecen en las aulas. Mi centro es un Instituto de Educación Secundaria con alumnado con una edad entre los 12 y los 18 años, aproximadamente. Estas edades permiten un desplazamiento totalmente autónomo por las distintas dependencias del centro. También es importante destacar que contamos con aulas suficientes para implementar esta medida. Las aulas-materia consumen un número mayor de espacios que las tradicionales aulas-grupo y por eso es necesario disponer de aulas suficientes. Esta medida se propuso en un Claustro, después de pasar por la CCP, y fue aprobada por amplia mayoría. Posteriormente se trasladó al Consejo Escolar, que la aprobó por unanimidad. Una vez dados estos pasos la medida se incluyó en el Plan de Convivencia del Centro. Esta estrategia organizativa implica a todo el personal del centro en diversas actuaciones. El profesorado permanece en sus aulas-materia preparando el material didáctico para su clase y espera la llegada del alumnado. Estos, cambian de aula, lo que implica circulación fluida y rápida por los pasillos. Si al principio este traslado masivo aparentaba un pequeño caos, en poco tiempo la medida fue interiorizada y tanto los desplazamientos como los tiempos fueron los adecuados. El profesorado de guardia es el encargado de que los alumnos no se demoren mas de lo necesario por los pasillos. A su vez, están apoyados por los Auxiliares de Control del centro. Y todos ellos supervisados desde Jefatura de Estudios. Esta medida, que es reversible, ha sido sometida a evaluación al finalizar cada curso y siempre ha contado con el respaldo del Claustro. Desde el punto de vista de la convivencia en el centro esta medida aporta las siguientes ventajas: 1) Los alumnos nunca están solos en el aula. Este periodo entre clases es propicio a la realización de desperfectos materiales y a la aparición de conflictos entre alumnos. 2) El cambio de aula permite descargar energía a los alumnos y afrontar cada clase de forma más tranquila. 3) Las aulas están dotadas con el material que cada Departamento Didáctico cree conveniente y permite un proceso de enseñanza más completo. Un aula mejor dotada contribuye a una mejor convivencia. Por lo que se refiere al caso número 4, el protocolo a seguir con la organización en aulas-materia redundaría en que nunca se quedaría solo en un aula sin profesor, disminuyendo el riesgo de acoso. Por otro lado, durante el desplazamiento a otro aula procuraríamos que fuese acompañado por su amigo (alumno número 3) o por alguno de los alumnos ayudantes (alumnos números 30, 25 y 20). La presencia de los profesores de guardia y de los auxiliares de control por los pasillos disminuyen la ocasión de conductas conflictivas. El protocolo de actuación, por tanto, se concretaría en esta medida en la vigilancia de pasillos por los profesores de guardia y los auxiliares de control y por el acompañamiento del alumno número 4 por alumnos ayudantes. Entiendo que no es la única medida pero sí que contribuye a mejorar el clima de convivencia en el centro.

sábado, 26 de noviembre de 2016

NUEVAS FORMAS DE APRENDIZAJE

En el Módulo número 3 hemos aprendido cuáles son las más recientes técnicas de aprendizaje. De las tres explicadas (Aprendizaje Basado en proyectos, Aprendizaje cooperativo y Flipped Classroom) pienso que en mi tarea docente me inclinaría mas por el Aprendizaje cooperativo. La justificación a esta decisión se basa en los siguientes argumentos.El Aprendizaje Basado en Proyectos, aún siendo de un gran interés, precisa de la colaboración de otros profesores y de varias asignaturas. Hoy en día, esto se me hace complicado. Coordinar a distintos profesores en un trabajo común con un mismo grupo me parece complicado. Flipped Clasrrom, o Aprendizaje Inverso exige que el alumnado prepare previamente trabajo en casa para luego desarrollar la parte práctica y de resolución de dudas en el aula. El Aprendizaje Cooperativo, sin embargo, desarrolla un poco más el trabajo en grupos que venimos realizando desde hace años. Si bien con una estructura más clara y dinamizadora que la tradicional. Hoy por hoy, pienso que es la más indicada para mí y para mi centro. Navegando por la red he ido localizando algunos enlaces que me han parecido interesantes porque desarrollan con mucha claridad cada uno de los aprendizajes expuestos. Acerca del Aprendizaje Basado en Proyectos he encontrado un enlace a los cursos que realiza Educalab. Dejo aquí el enlace correspondiente por su claridad y facilidad de uso: http://formacion.educalab.es/course/view.php?id=181 Sobre el Aprendizaje Cooperativo he encontrado el enlace a una página de SlideShare en donde se muestra una presentación elaborada por un profesor de Psicología de la Universidad Autónoma de México. También me ha parecido muy interesante: http://es.slideshare.net/no_alucines/aprendizaje-cooperativo-presentation-751917 Por último, Aulaplaneta ofrece también materiales interesantes sobre cómo llevar a cabo la Flipped Classroom: http://www.aulaplaneta.com/2015/05/13/educacion-y-tic/como-aplicar-la-pedagogia-inversa-o-flipped-classroom-en-diez-pasos/

martes, 22 de noviembre de 2016

ANÁLISIS DE UNA SITUACIÓN DE RIESGO ESCOLAR (CASO 4)

Breve descripción del problema a abordar: El problema que nos ocupa es el de un alumno que no tiene prácticamente amigos en clase (sólo uno)y que está empezando a sufrir acciones negativas por parte de otros compañeros de clase. Estamos ante una situación que todavía no es de acoso pero que tiene todas las características para acabar siéndolo si no se frena con antelación. Identificación de la situación de la clase y de sus protagonistas: En esta clase, el sociograma de Socioescuela nos muestra que hay cinco alumnos bien vistos por el grupo con un número abultado de amigos por parte de cada uno de ellos. De estos cinco alumnos vamos a tomar a tres como referencia para intervenciones posteriores. Estos alumnos son el número 30, el número 25 y el número 20. Su posición de fuerza social en el grupo nos va a permitir convertirlos en alumnos-ayudantes en la intervención que realicemos. Por otro lado, el alumno número 3 sólo cuenta con un amigo (el número 22)y manifiesta que empieza a sentir comportamientos de rechazo y de aislamiento por parte del resto del grupo. Esta situación es la que motiva nuestra intervención. Propuesta de intervención: Debemos poner los medios para que esta situación de aislamiento y rechazo no acabe convirtiéndose en una situación de acoso sobre el alumno número 3. Inicialmente realizaríamos una entrevista con dicho alumno para que nos manifieste con detalle cómo se siente, en qué situación se encuentra en la clase y qué alumnos son los que han mostrado alguna conducta negativa hacia el. Hecha la entrevista deberíamos facilitar a este alumno la realización de alguna actividad o taller destinada a mejorar sus habilidades sociales con el objeto de abrirse mas a su grupo de clase. También le indicaríamos que, en la medidad de lo posible, procurase estar acompañado en los lugares comunes del centro por el alumno número 22 (su único amigo) o de alguno de los alumnos-ayudante que le propondríamos. De forma paralela, entrevistaríamos a los alumnos números 30, 25 y 20 para intentar integrarlos en la intervención como alumnos-ayudante. Son alumnos de gran peso social en el grupo y contar con ellos desactivaría probablemente que la situación de aislamiento fuera a más. En tercer lugar sería importante realizar una intervención en el aula dirigida a manifestar la inconveniencia de conductas agresivas o de rechazo hacia los compañeros. Esta parte de la intervención correría a cargo del tutor/a del grupo. A este fin, podría desarrollarse alguna dinámica de grupo en la que se intentara dejar claro al grupo lo negativo de conductas agresivas o de aislamiento hacia otros compañeros de clase. Al no haberse producido todavía ninguna de estas conductas no sería necesario imponer medidas sancionadoras a ningún alumno. Estamos ante una intervención preventiva todavía. Seguimiento de la intervención: Sería conveniente volver a utilizar la herramienta Socioescuela pasadas unas semanas para comprobar si la situación de riesgo detectada ha desaparecido y ha mejorado la relación del alumno número 3 con su grupo. También sería interesante que el tutor/a realizase una nueva entrevista personal al alumno al cabo de unas cuatro semanas. Se trata, de este modo, de comprobar por boca del propio alumno la percepción que tiene de su relación con la clase después de iniciada la intervención. Este autoinforme del alumno lo combinaremos con el mapa de la clase que el heteroinforme de Socioescuela nos proporcione. Es conveniente para reforzar y consolidar la intervención realizar, al menos una vez al trimestre, alguna actividad en tutoría destinada a la mejora de las habilidades sociales del alumnado, tanto los posibles agresores como el alumno que pudiera ser acosado.

domingo, 13 de noviembre de 2016

CONVIVENCIA EN LAS AULAS: UN CASO A ANALIZAR (CASO 2)

En el caso 2 de los tres supuestos presentados encontramos un caso típico de acoso escolar. Almudena es la víctima y sufre acoso escolar por parte de Roberto y de Alejandra a través de un grupo de chat y de sus compañeros Diana, Sonia, Alfredo y Pablo en el propio centro. A ellos se suma Luis, que también interviene desde las redes sociales. Aparecen, por tanto, dos tipos de acoso. Ciberacoso, a través del grupo de chat, y acoso presencial en el centro escolar. Las redes sociales influyen al difundir rápidamente y a mucha gente los comentarios constitutivos de acosos escolar. En el acoso presencial destacan mas las intervenciones físicas sobre la alumna acosada y la continuidad en el tiempo. La difusión del acoso puede ser menor que en el ciberacoso. El centro debe hacer ver a las familias, a través de charlas o de talleres, que el uso irresponsable de los medios tecnológicos puede dar lugar a hechos como el aquí estudiado. Una buena educación en valores en el seno de la familia contribuye, sin duda, a evitar casos de acoso escolar. Las tareas principales que debe afrontar el centro se focalizan en dos aspectos. Por un lado, concienciar al alumnado de las consecuencias que tiene el mal uso de las redes sociales (incluso penales); y, por otro lado, inculcar en los alumnos la gravedad de vejar y humillar a una compañera. Los valores de respeto e igualdad deben difundirse entre ellos. Una vez que se tenga noticia de los hechos que están ocurriendo, el centro debe iniciar el protocolo correspondiente y culminarlo, si así se determina, con sanciones para los acosadores. Bien de asistencia a talleres de reeducación; bien con la expulsión, temporal o total, del centro educativo.